
Vendemos todo el tiempo, cada segundo, en nuestras relaciones interpersonales o laborales. Vendemos nuestra imagen, nuestra capacidad, nuestras ideas...
Usted no vende un producto, vende una idea.
El producto o servicio no es más que un medio para un fin. Usted no vende un crucero, sino el placer de abordar un barco, el confort, comodidad, sociabilidad y/o privacidad, vacaciones, disfrutar de unos hermosos días, comidas a nivel internacional,...